La reincorporación a las oficinas centrales se ha hecho en dos fases. La primera, voluntaria, a partir del 25 de mayo. En la segunda fase, a partir del 1 de junio, vuelve a trabajar de manera presencial un tercio de la plantilla, excepto los trabajadores que tengan personas a su cargo y los más vulnerables a la COVID-19, «que se reincorporarán en última instancia».
Las medidas del plan de desescalada contemplan la realización de test Covid-19 a todas las personas que se vayan incorporando, así como diversos protocolos de entrada y salida del edificio para evitar que confluyan muchos trabajadores en un mismo espacio y preservar la distancia de seguridad adecuada. Se trata de volver de manera prudente y escalonada, donde primará la seguridad de las personas.
Así, se pondrá a disposición de los empleados equipos de protección individual (EPI), mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos. Asimismo, se intensificarán los trabajos de desinfección del edificio y se ha instalado un equipo de detección de temperatura corporal a distancia en el hall de entrada al mismo. El plan de desescalada tiene como objetivo prioritario preservar la salud y el bienestar de empleados, mutualistas y colaboradores, el mismo fin que el plan de ayuda #MUSAATcontigo, que la Mutua puso en marcha al comienzo de la pandemia. Durante los próximos tres meses, MUSAAT combinará el trabajo presencial con el trabajo en remoto.